Arma blanca
El año de gracia de 1348, Issik Kul, señor de Laodicea, tomó Tiemecén. Sus soldados dieron muestras de una brutalidad innecesaria pues los tiemecinos carecían de tropas: sólo un centenar de campesinos se enfrentaron a los intrusos con aperos de labranza.
Lo cierto es que la población fue sojuzgada y su soberano, Ibn al Jatib, desterrado.
Nadie reparó en la determinación del monarca derrocado cuando salió camino de la lejana Venecia. Al séptimo día –durante una semana bebió, comió y fornicó con una pasión incomprensible- abandonó la ciudad de los canales y embarcó hacia Damasco.
Llegó a Laodicea –la fiebre le nublaba los ojos- con el tiempo justo de besar a una doncella y ahogarse en el aljibe.
La peste asoló aquella ciudad como el más cruel de los ejércitos.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home